La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, pasará revista, este jueves 26 de diciembre, a los pendientes que tiene en el Consejo Provincial.
Pabón, quien salió, la madrugada de este miércoles 25 de diciembre, del Centro de Confianza de Chillogallo, ubicado en el sur de Quito, se reencontró horas más tarde con el exasambleísta Virgilio Hernández y el activista Christian González, quienes dejaron la cárcel 4, en cumplimiento a la sustitución de medidas cautelares dictada por la jueza Patlova Guerra, quien ordenó que se defiendan en libertad.
En los exteriores de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, los tres procesados anteriormente por el delito de rebelión y portando sus grilletes electrónicos, se mostraron felices de que en su caso primó la transparencia.
En sus primeras declaraciones a la prensa, la funcionaria indicó que lo sucedido es una muestra de que “en el Ecuador aún existe justicia”.
Resaltó el respeto a los derechos humanos, pero prefirió no referirse a las medidas que piensa adoptar la Fiscalía en torno a la resolución de la jueza Guerra.
“Queremos un Estado democrático y tener acceso a una justicia transparente y creo que ayer lo pudimos tener. Hoy más que nunca tenemos la confianza de que estamos haciendo lo correcto”, manifestó la máxima autoridad del Gobierno de Pichincha, quien acotó que continuará con la atención a los más necesitados.
Dijo que cree en la independencia de funciones y en un debido proceso que ha exigido desde el inicio.
Sostuvo que su libertad obedece a que la administración de justicia no encontró ningún elemento que la Fiscalía insistía para sostener el proceso.
Al ser abordado por los medios de comunicación, Hernández aseveró que ahora su grillete se convertirá en un símbolo de la dignidad por los muertos y heridos durante las protestas de octubre.
También aseveró que nunca se pudo demostrar la existencia de un movimiento armado.
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